




POETAS CHILENOS

USTEDES SE PEINAN, ES CIERTO,
USTEDES ANDAN A PIE POR LOS JARDINES,
DEBAJO DE LA PIEL, USTEDES TIENEN OTRA PIEL

POETAS QUE REFLEJAN UN
INTERIOR
EFRAIN BARQUERO
Es hora de irnos por la tierra
de ver el rostro de los mayores
grandes al salir por la puerta
si nos miraran no sabrian decir
quienes somos
si nos vamos o volvemos
pequeños al alejarnos
asi parte el hombre cuando tiene la edad
acotando la luz
alargando la sombra .
y se empequeñese bajo el sol poniente
como un nifio en la lejania
ESFERA
XVI
De vuelta a los rosales,
pavesas en los rayos de parques agostados,
hacia su paraíso las rosas se dispersan.
Ser sin ser, mis corimbos,
marchitos, se preparan.
¡Redentores
nidos! ¡Brisas! La luna
muere al nacer mañana.
Noche antigua, esta noche
tejió, aterida, huérfana, el sudario
que hoy es dueño del sueno.
Los pámpanos, estevas,
frotan la primavera: criaturas
de pan de sortilegio
ondean, en lo hondo de la almendra,
porvenires vividos:
inerrantes glicinas de celajes:
gaviotas: Dios viajero:
mármol:
mar.
David Rosenmann-Taub. Cortejo y Epinicio
Santiago de Chile: LOM ediciones, 2002.


Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia:
llueve
Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.
Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado:
llueve
Entonces, muerto de angustia
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.

Tus ojos y mis ojos se contemplan
en la quietud crepuscular.
Nos bebemos el alma lentamente
y se nos duerme el desear.
Como dos niños que jamás supieron
de los ardores del amor,
en la paz de la tarde nos miramos
con novedad de corazón.
Violeta era el color de la montaña.
Ahora azul, azul está.
Era una soledad el cielo. Ahora
por él la luna de oro va.
Me sabes tuyo, te recuerdo mía.
Somos el hombre y la mujer.
Conscientes de ser nuestros nos miramos
en el sereno atardecer.



